Aprendí que quién no te busca, no te extraña, y quién no te extraña, no te quiere. Que el destino determina quién entra en tu vida, pero tú decides quién se queda. Que la verdad duele una sola vez, y la mentira cada vez que nos acordamos. Que hay tres cosas en la vida que se van y no regresan jamás: las palabras, el tiempo, y las oportunidades.

10 de enero de 2016

Sé que es tarde y perdón por la hora, no sé si escribirte o si te llamo sé que no estás solo. Te confieso que ni el ego me dejó cantarte ni el tiempo olvidarte y no es que no te quiera es que ni pude hablarte. Guardo en mi cabeza lo bueno, ya me olvidé de lo malo y aprendí que la tristeza me hace mejor ser humano. Ahora soy una mujer nueva y soy mejor, y aunque me prometa olvidarte por tí aprendí qué es amor. Girasoles, once meses, mis canciones, tu mirada, yo sé que también te acuerdas y no es malo eres humano. No te escribo para nada diferente a recordarte que a pesar de los meses sin hablar y no mirarte yo te quiero, y no para volver, te quiero porque parte tuya me ha enseñado qué es amar y qué es crecer. Ya no siento más y con la mano en el corazón sé que hoy te vas y poco a poco entenderé que nunca volverás