Es que soy
prisionera de un error, una tonta arrepentida que por hoy ha preferido
invocar al olvido y suplicar de rodillas perdón. Estuve mal,
sé que lloraste por mí, me apabullé y cobarde te mentí.
Quiero
aliviar esta cruz que me cargué, al menos no pienses mal, sólo me
equivoqué..